lunes, 25 de noviembre de 2013

Autoestima


-          Actividad 1: “Espejito, espejito”

Objetivos:
-          Conocer y valorar positivamente sus propios rasgos físicos.
-          Valorar positivamente las diferencias físicas de cada persona.
-          Aceptar a las personas tal y cómo son independientemente de sus rasgos físicos.
-          Aceptarse y estar contento con uno mismo.



Contenidos:
-          Reconocimiento de sus rasgos físicos.
-          Valoración positiva de uno mismo.
-          Aceptación de las diferencias físicas entre las personas.

Descripción de la actividad:
Mediante un espejo, se ayuda al sujeto a decir en voz alta cómo se ve en él. Comenzaremos con sus rasgos físicos personales como “Tengo el pelo corto y moreno, los ojos azules...” También dirá el rasgo que más le guste de sí mismo y el que no tanto. Se le pedirá que describa físicamente al terapeuta y, a continuación, se diferenciarán físicamente. Es importante que, tras decir las diferencias físicas, se concluya con un “nos queremos tal y como somos” o “las diferencias nos hacen especiales”. Después, se dibujará en una cartulina y se escribirán las frases alrededor de los dibujos. Finalmente, se colgará en clase o se lo llevará a casa.

Temporalización: 20 minutos

Recursos utilizados:
Espejo, cartulina de un color llamativo y rotuladores.

Puesta en práctica:
Cuando se le ha explicado la actividad, el sujeto parecía haberla entendido hasta que se ha situado frente al espejo y tan sólo se miraba y sonreía. Se le ha dicho que comenzara a decir cómo era y su respuesta ha sido: “No lo sé”. Así que me he situado delante del espejo y me he descrito a mí misma: “Tengo el pelo largo, ondulado y de color marrón, los ojos marrones, la nariz chata, los labios de color rosa y la piel de color marrón clarita.
A continuación, le he pedido que hiciera lo mismo pero mirándose a él. Se ha descrito a sí mismo diciendo: “Tengo el pelo de color marrón”, en este momento se ha parado y no ha continuado con la descripción física, así pues con mi dedo le he ido señalado las partes de su cara que podía describir; los ojos, la boca, la nariz, la piel… Así, poco a poco ha ido describiendo sus principales rasgos físicos.
Después, se le ha preguntado si éramos diferentes y si teníamos algún rasgo en común… Ha respondido que éramos diferentes, él era un chico y yo una chica. Me he señalado el pelo y me ha dicho que yo lo tenía largo y él corto. Hemos seguido nombrando nuestras diferencias físicas y finalmente se le ha hecho reflexionar sobre si era mejor tener el pelo largo o corto, ser rubio o moreno, ser alto o bajo… Él ha negado con la cabeza y ha dicho que no. Se le ha preguntado si tiene amigos con diferente color de pelo, diferente color de ojos, diferente color de piel… Él ha respondido que sí. Y cuando se le ha preguntado si eso le importa ha dicho que no. Después, hemos verbalizado unas frases llamadas “Frases mágicas” que debía hacer el intento de interiorizarlas. Para ello, se han escrito en el papel donde estábamos dibujados. Las frases que hemos verbalizado y escrito han sido las siguientes: (ver anexo 9)

-          Nos queremos tal y como somos.
-          Las diferencias nos hacen únicos y especiales.


-          Actividad 2: “ Señor Pintor”

Objetivos:
-          Aceptarse y estar contento con uno mismo.
-          Tomar conciencia de su singularidad física y aprender a respetar la de los demás.

Contenidos:
-          Reconocimiento de sus propios rasgos físicos.
-          Valoración de las diferencias físicas entre las personas.

Descripción de la actividad:
Una vez se haya tomado conciencia de los propios rasgos físicos, por un lado, se realizará un marco con cartón y cartulinas. Tanto el terapeuta como el niño o niña se dibujarán en él con todos sus rasgos físicos y así se observará si la actividad anterior ha dado buenos resultados y si la apreciación que tiene el niño o niña sobre su propio físico corresponde con la realidad. Puesto que antes ya se ha dibujado, se le explicará que tan solo era un boceto, es decir, que ahora debemos ser más profesionales. En este momento, el niño o la niña pasará a llamarse “Señor pintor o señora pintora”.
Es importante dejar espacio en el borde del marco ya que en eso consta la siguiente actividad que se explica a continuación.

Temporalización: 20 minutos

Recursos utilizados:
Cartón, cartulinas o folios de colores, lápices de colores o rotuladores

Puesta en práctica:
En el momento en que se le ha dicho al sujeto que teníamos que hacer un autorretrato, ha preguntado por el significado de esa palabra, se le ha explicado que consiste en dibujarse a él mismo. Esta actividad le ha motivado mucho ya que sabía que se llevaría a casa el marco donde se iba a dibujar y así enseñársela a sus padres y colgarla en su habitación. A partir de este momento, para reforzarle, se le ha dicho que durante esta actividad pasaría a llamarse “Señor Pintor”. Se ha puesto contento y se reía cuando se le llamaba así e incluso le ponía más interés y atención a la actividad.
El sujeto tan solo ha utilizado un rotulador para dibujar tanto su cara como su cuerpo. Ha escogido el color rojo porque es otro de sus colores favoritos. En la parte inferior del marco, se le ha trazado dos líneas como soporte para que escribiera su nombre dentro de ellas.
Cuando ha acabado de dibujarse se le ha preguntado si le ha gustado el resultado de su obra de arte, a lo que ha respondido que le ha gustado mucho.
Finalmente, cuando ha llegado su madre al centro, le ha mostrado muy contento su obra maestra diciéndole que lo ha hecho el “Señor Pintor”. La madre se ha mostrado muy contenta y le ha dado mucho refuerzo verbal positivo al sujeto.



-          Actividad 3: “¡Cuántas cosas se me dan bien!”

Objetivos:
-          Reconocer los propios gustos y preferencias.
-          Aumentar la conciencia de las características personales.
-          Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus capacidades.

Contenidos:
-          Reconocimiento de sus habilidades y capacidades.
-          Autoconfianza en sí mismo.

Descripción de la actividad:
En el marco donde el sujeto se haya dibujado a sí mismo, se pegarán círculos de colores diferentes en los que debe escribir aquello que se le da bien hacer. Por otro lado, en la parte trasera de la cartulina, pegaremos círculos de un mismo color para escribir lo que todavía no se le da tan bien. Es importante que la frase esté formulada así: “Todavía no se me da tan bien” y no así: “No se me da bien”, ya que en la primera no se le cierran oportunidades, se mantiene la esperanza, mientras que en la segunda se hace referencia al presente sin dejar la posibilidad de cambio en el futuro.
Consiste en escribir en los círculos de diferentes colores aquello que se le da bien hacer al niño o niña como por ejemplo: leer, dibujar, cantar, montar en bicicleta, etc. Si el niño o niña todavía no sabe escribir, la terapeuta lo hará por él. Cuando haya dado varias respuestas se continuará con otra frase: “todavía no se me da tan bien…”. Por cada respuesta se coge un círculo de cartulina azul. Se comentará que cada uno aprende las cosas de una manera y en un momento diferente. Todos los días se aprende algo nuevo, y debe darse cuenta de lo que ya sabe y de lo que todavía puede aprender. Si reconoce pocas cosas que se le dan bien, o las cartulinas azules superan a las del resto de colores, se le animará a buscar sus habilidades y recursos.

Temporalización: 30 minutos.

Recursos utilizados:
Cartulinas de colores, tijeras y pegamento.

Puesta en práctica:
Procurando que no se pierda la motivación con la que ha finalizado la siguiente actividad, enseguida se le ha explicado la siguiente, de modo que al hacer uso del mismo material que en la anterior, le ha hecho ilusión (supone perfeccionar su obra maestra). Se le ha preguntado qué cosas se le da bien hacer. Una vez más, su respuesta ha sido “No lo sé”. Le he formulado la pregunta de otra manera como ¿Qué cosas te gusta mucho hacer? Le he ofrecido ejemplos comunes como: ir en bicicleta, dibujar, cantar...
Es curiosa la lista de sus habilidades:
-          Jugar a los videojuegos
-          Decir los colores
-          Dibujar pasadizos
-          Nadar
-          Imaginar historias
-          Ver los dibujos
-          Aprender

La verbalización de cada habilidad se ha obtenido con ayuda a partir de preguntas cortas y directas. En la parte de atrás del marco, hemos escrito lo que todavía no se le da tan bien y esta vez ha costado más averiguarlo. Se ha aprovechado que en la hora de antes ha estado reunido en grupo y han jugado todos juntos a juegos de mesa como la oca. El sujeto cuando ha perdido se ha enfadado y no ha querido dar la enhorabuena al que ha ganado (norma del grupo de clase), de esta manera, le he hecho recordar si había actuado bien. Así que lo hemos escrito en los redondeles de color azul:
-          Perder
-          Dar la enhorabuena


-          Actividad 4: “La marioneta Roqueta”

Objetivos:
-          Aprender a valorar las cualidades y los recursos de cada uno, así como las limitaciones con realismo.
-          Valorar a las personas por sus actuaciones.
-          Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus capacidades.

Contenidos:
-          Valoración de sus limitaciones y sus capacidades.
-          La autoaceptación y autoconfianza.

Descripción de la actividad:
Para reforzar la autoestima es fundamental contarle un cuento adaptado a cada niño y niña una vez se hayan observado sus carencias a nivel de afecto hacia sí mismo.
Por tanto, esta actividad consiste en la realización de un cuento y su representación mediante viñetas hechas con el paint y su reproducción utilizando el Movie Maker. De esta manera las viñetas se van pasando poco a poco junto con música formando un cuento adaptado a la historia del niño o niña.
La narración del cuento cuenta la historia de una marioneta llamada Roqueta que tenía problemas para comunicarse porque era tartamuda. Este hecho hacía que nadie quisiera hablar con ella porque les provocaba risa. Lo que nadie sabía era que Roqueta tenía muy buena imaginación y se le daba muy bien inventar historias. Así pues, todas las noches cuando nadie la escuchaba, Roqueta comenzaba a inventarse historias. Un día decidió ir al bosque para contar sus historias a la naturaleza, y creó tanta expectación entre los árboles, plantas y animales que el rumor corrió por todo el pueblo. Poco a poco, nadie quería perderse las historias de Roqueta puesto que cada una de ellas hacía feliz a todo aquel que las escuchaba.
Cada viñeta tiene por escrito la narración que le corresponde, pero como el sujeto todavía no sabe leer se le ha leído.
Temporalización: 30 minutos

Recursos utilizados:
Video realizado con el programa Paint y Movie Maker y cartulinas.

Puesta en práctica:
Después de ver y escuchar el cuento, se le han formulado una serie de preguntas para ver si ha prestado atención y ha entendido el objetivo que se intenta transmitir. A continuación, se presentan las preguntas y sus respuestas.
1.       ¿Por qué la gente se reía de Roqueta? - Porque hablaba mal.
2.       ¿Cómo se sentía Roqueta? – Mal. ¿Pero qué emoción sentía? – Triste.
3.       ¿Qué se le da bien hacer a Roqueta? - Las historias ¿Cómo se quedan al escuchar sus historias? – Contentos.
4.       ¿Dónde decide ir para contar sus historias? - A los animales.
5.       ¿Qué emociones provoca cuando todos acuden al bosque a escuchar sus historias?
-Contentos.
Como podemos comprobar sus respuestas son cortas y carecen de información. En alguna de ellas la emoción de sorpresa la confunde con la emoción de alegría.
También se han trabajado las emociones de los personajes que aparecían en el cuento y cómo evolucionaban a lo largo del mismo. Para esto, se construyeron los personajes principales con cartulina para cuando le dijera al sujeto la situación en la que estaba un personaje supiera decir la emoción que sentía en ese momento.
Se ha percibido cierta dificultad en identificar la emoción de sorpresa, pero gracias al soporte de cada personaje que tenía para pegar la boca en forma de “O” (boca de alguien que está sorprendido), le ha resultado más fácil interiorizar esta emoción. Se ha puesto esa “O” tanto a los árboles, plantas y personas que escuchan a Roqueta.

Conclusiones generales del segundo bloque: la autoestima

En este apartado se han obtenido buenos resultados debido a la elaboración de materiales que han suscitado su interés destacando el componente manipulativo y visual de los mismos.
Los mayores resultados se han logrado en el reconocimiento de sus habilidades tras trabajar, por un lado, el cuento de “La marioneta Roqueta” y su identificación con ella, quien pese a tener dificultades para hablar poseía muy buena imaginación al igual que el sujeto. Y por otro lado, tras reflexionar sobre aquello que se le da bien y por plasmarlo en un marco, para mostrar a las personas que le rodean que hay muchas cosas que se le dan bien. No obstante, no ha sido capaz de reconocer aquellas cosas que todavía no se le da tan bien hacer, en este caso la terapeuta habitual del niño ha intervenido recordando los momentos en los que juega con sus compañeros y no sabe perder ni dar la enhorabuena al que gana. No le ha gustado reconocer esos errores, pero finalmente, remarcando la posibilidad de modificar su comportamiento, lo ha aceptado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario