lunes, 25 de noviembre de 2013

Conciencia emocional


-          Actividad 1: “¿Cómo nos sentimos?”

Objetivos:
-  Nombrar y reconocer las emociones de diferentes dibujos y fotografías.
 Saber expresar emociones a través del lenguaje verbal y no verbal.
- Asociar el nombre de cada emoción con su correspondiente expresión facial y corporal.
- Imitar las expresiones faciales que aparecen en las fotografías.
- Observar los rasgos comunes que manifiestan cada niño y niña representando una emoción en particular.

Contenidos:
-          Vocabulario emocional.
-          Observación de la expresividad facial y gesticulaciones.
-          Identificación de las emociones básicas.

Descripción de la actividad:
Para desarrollar esta actividad, debemos disponer de tres sobres de diferente color y cada uno de ellos debe contener imágenes de niños y niñas expresando las diferentes emociones (contento, triste y enfadado).
Consiste en preguntar al niño o niña cuál es el sobre que quiere abrir. Cuando lo decida, abrimos el sobre y le mostramos diferentes imágenes de sujetos que tienen en común una expresión facial determinada como por ejemplo, todos están contentos. En todo momento se le harán preguntas tales como: ¿Cómo está esta niña? ¿Está contenta? ¿Está triste?... Finalmente le haremos reflexionar sobre todas esas expresiones faciales de un sobre y deberá averiguar qué emoción tienen en común los niños y niñas que aparecen en él.
Una vez haya abierto los 3 sobres y trabajado las diferentes emociones, debe ser capaz de asociar cada sobre con el pictograma que le corresponde (contento, triste, enfadado). Los tres pictogramas tienen en común el dibujo de la cara de un niño destacando especialmente los rasgos faciales de cada emoción.
Una vez hemos hecho hincapié en la discriminación de estas tres expresiones faciales, incorporaremos una cuarta emoción como puede ser la sorpresa. Al principio, es importante ir trabajando las emociones una a una para que se vayan asimilando y discriminando entre sí.
Cuando hayamos trabajado cada expresión por separado, mezclamos todas las fotografías que contienen diferentes expresiones faciales y debe ser capaz de asociar la imagen del sujeto que expresa una determinada emoción con el pictograma correspondiente.
En esta actividad trabajaremos la imitación de manera que  cada expresión facial, en primer lugar la imitará el terapeuta y el niño o niña deberá adoptar mi expresión.

Temporalización: 20 minutos

Recursos utilizados:
Sobres de colores, fotografías y pictogramas que expresen las emociones a trabajar.

Puesta en práctica:
En primer lugar, el sujeto ha sido capaz de identificar la expresión que tenían en común todas las personas que salían en las fotografías de cada sobre. Hemos reflexionado sobre cada emoción en particular poniendo ejemplos muy sencillos de la vida real (siempre que exista una relación causal entre la emoción y el deseo), como cuál es la emoción que siente cuando sus padres le dan un regalo o cuando pierde un juguete. En ese caso, el sujeto ha sido capaz de discriminar qué emoción sentía en cada momento imaginándose y poniéndose en esa situación. En segundo lugar, se ha incorporado la emoción de sorpresa, no obstante se ha observado cierta dificultad para discriminar la emoción de sorpresa, puesto que todavía no ha desarrollado la comprensión de una emoción que implica una creencia como “Está sorprendida porque no sabía que le iban a comprar una bicicleta”
En cuanto a la imitación, no ha habido ningún problema en imitar la expresión triste y contento. Le ha costado más imitar la expresión de enfado y sorpresa, por lo que hemos buscado imágenes en internet de personas enfadadas y asustadas y finalmente, ha hecho una aproximación a cada expresión facial. Por último, se han impreso en grande imágenes de niños y niñas que adoptaran las diferentes expresiones faciales que se habían trabajado y se han colgado en clase.

-                     Actividad 2: “Don Don Don”


Objetivos:
-          Reconocer los estados emocionales de cada personaje.
-          Observar e identificar la expresión facial de cada uno de los personajes.
-          Saber por qué te sientes contento, triste, enfadado…

Contenidos:
-          Reconocimiento de emociones.
-          Estados emocionales asociados a situaciones que los producen.

Descripción de la actividad:
Esta actividad consiste en la presentación de diferentes personajes construidos de forma muy sencilla donde cada uno adopta una expresión facial. Primero trabajaremos la alegría y la tristeza, y más tarde incorporaremos el enfado y la sorpresa.
Cada uno de estos personajes tiene distinto color de pelo y diferente expresión facial . Los presentamos como personas diferentes y les ponemos un nombre fácilmente recordable, por ejemplo, Don contento, Don triste, Don enfadado y Don sorprendido. El terapeuta debe ser quien se los presente y argumente un motivo muy sencillo y siempre aplicable a su día a día por el cual cada uno expresa esa emoción.
Después se le pregunta cuál de ellos está triste, contento, enfadado o asombrado.
A continuación, siguiendo el modelo de cada personaje, pintará la expresión que corresponde por la parte de atrás, afianzando así la conciencia emocional.
Para finalizar la actividad, se le puede preguntar al niño o niña cómo se sentiría si le hubiera pasado lo mismo que a cada uno de los personajes. Puede ser que encontremos diferencias en cuanto a la expresión de cada emoción. Para ir más allá, se le preguntará qué haría él para intentar no sentirse enfadado o triste. 
Temporalización: 30 minutos

Recursos utilizados:
-          Personajes hechos con poliespan y cartulina.

Puesta en práctica:
El sujeto se ha mostrado atento y con interés en la presentación de los personajes y sus respectivas historias. A medida que se le ha mostrado cada personaje y se le ha contado por qué motivo se siente así cada uno de ellos, la cara del sujeto ha cambiado según la expresión del personaje. Por ejemplo cuando se le ha presentado a Don contento y se le ha explicado que se siente así porque ha sido su cumpleaños y ha recibido muchas felicitaciones, abrazos, besos y regalos, el sujeto ha sonreído en todo momento. Se le ha hecho ponerse en el lugar de Don contento para que se imagine cómo se siente él cuando es su cumpleaños y ha explicado que se pone contento porque la gente que quiere le regala muchas cosas y juega mucho con todos los juguetes.
Cuando se le ha presentado a Don enfadado, se le ha explicado que se siente así porque no tiene de cena su comida favorita. El sujeto se ha quedado pensando un momento hasta que ha dicho que él también se enfada cuando no tiene para cenar longanizas. Se le ha tratado de situar en más situaciones donde él pudiera sentirse enfadado. En la situación que más ha mostrado su enfado ha sido cuando no le dejan ver la televisión o jugar todo el tiempo que quiere.
Ha resultado más complicado averiguar las situaciones en las que se pone triste ya que la mayor parte de sus respuestas son “no lo sé” (contestaciones propias de sujetos con TEL). Así pues, después de probar con muchas situaciones que se ajusten a su realidad y que le puedan entristecer, ha dicho que cuando alguien le insultaba. Esta respuesta refuerza la necesidad de trabajar la autoestima con el sujeto.
Una vez más, ha habido diferencia a la hora de comprender una emoción que implica creencias por parte del protagonista acerca de la situación, como por ejemplo “Tiene miedo porque cree que el monstruo va a por él” o “Está sorprendida porque no sabía que había ganado el premio”. Sí que ha entendido aquellas situaciones en las que hay una relación causal entre la satisfacción/insatisfacción de los deseos y la emoción como por ejemplo “Está triste porque no puede jugar”, “Está contenta porque le han comprado muchos regalos”, “Está enfadado porque le han roto el juguete”. Finalmente, se le ha explicado el motivo por el cual se siente así cada personaje (sin decir el nombre de la emoción) y se le ha pedido que reconociera de qué emoción se trataba. En aquellas situaciones en las que hay una relación entre emoción y deseo ha sabido deducir la emoción sin ningún tipo de dificultad, en cambio, aquellas que exigen comprender las creencias de los personajes acerca de la situación, no ha acertado en casi ninguna.



-          Actividad 3: “La varita mágica”

Objetivos:
-          Reconocer y expresar las diferentes expresiones faciales por medio de imágenes.
-          Ser capaz de apreciar los rasgos que tienen en común todos los niños y niñas que expresan una misma emoción.
-          Identificar una emoción en imágenes y expresar verbalmente su nombre.

Contenidos:
-          El reconocimiento de las emociones en los demás.
-          La clasificación de emociones negativas y positivas.

Descripción de la actividad:
Dentro de una bolsa de color llamativo habrá diferentes imágenes con las emociones trabajadas. Se tendrá en las manos una varita mágica para que el sujeto transforme su expresión actual en la expresión que contiene la imagen de la persona extraída de la bolsa.
En un primer momento, diremos una frase mágica como “Tararí, tarará, te transformarás en este niño o en esta niña”. Se le mostrará la imagen para que pueda ver la expresión del niño o niña, para así reconocerla y poderla imitar.
A continuación, será el niño o niña quien coja una imagen para transformar al adulto y dirá la frase mágica.
Más tarde, el niño o niña cogerá una imagen y en lugar de decir te transformarás en este niño, se le pedirá que diga ““Tararí, tarará, te transformarás en una persona contenta, triste, enfadada o asustada”. De este modo, lo fundamental es que sea capaz de reconocer la expresión del niño de la imagen que le ha salido. Podemos equivocarnos para ver si está atento y reconoce el error.

Temporalización: 15 minutos

Recursos utilizados:
 Varita fabricada con cartulina e imágenes de niños y niñas con diferentes expresiones faciales.

Puesta en práctica:
Cuando se ha realizado la actividad con el sujeto, algunos objetivos los ha superado con éxito mientras que otros no. Por un lado, en el momento en el que con la barita mágica se le ha pedido que adoptara la expresión del niño o la niña de la foto, al principio sólo sonreía independientemente de la emoción que hubiese reflejada, por lo que, primero, lo he tenido que hacer yo para que comprobara el objetivo de la actividad y me imitara. Después, ya ha sido capaz de hacerlo sin ayuda, adoptando la expresión correspondiente a la imagen.
En la parte de la actividad donde se ha percibido mayor dificultad ha sido cuando ha tenido que reconocer la expresión de la persona que aparece en la imagen y decir la emoción que observaba en ella, así pues se le ha ayudado poniendo ejemplos de situaciones que anteriormente habíamos trabajado y se ajustaban a su realidad, como por ejemplo “Esta niña grita porque sus padres le han dicho que la televisión se acabó por hoy”. En este momento, el sujeto decía “¡¡Ya lo sé, esta niña está enfadada!! Y a continuación pronunciaba la frase mágica para que yo adoptara la expresión de estar enfadada. En alguna ocasión, se ha provocado el error para observar si lo reconocía, y en muchas ocasiones sí lo ha identificado, aunque cabe decir que confundía a menudo el enfado y la sorpresa.


-          Actividad 4: “Tic, tac, tic, tac… El reloj de las emociones”

Objetivos:
-          Imitar las expresiones de cada emoción.
-          Reconocer estados de ánimo de personajes e identificar la emoción que transmite en el reloj de las emociones.
-          Reconocer una emoción a partir de situaciones que le contamos.

Contenidos:
-          El reconocimiento de estados emocionales asociados a las situaciones que los producen.
-          Adopción de las expresiones de cada emoción una vez identificadas.

Descripción de la actividad:
En el reloj de esta actividad, en lugar de números habrá diferentes dibujos que expresen un estado emocional diferente (contento, triste, enfadado y sorprendido). 
Se lo enseñaremos y a medida que vayamos diciendo la expresión, la imitaremos. A continuación, se leerá un cuento sobre las emociones. El sujeto tendrá en la mano el reloj de las emociones y tiene que ser capaz de reconocer la emoción del personaje que le señale e identificarla en el reloj.
Para finalizar, le mostraremos una imagen en la que se vea reflejado un estado emocional que hemos trabajado y se le contará por qué se siente así. El niño o niña debe reconocer el estado emocional e identificarlo en el reloj de las emociones. Como ya hemos trabajado la imitación anteriormente, aprovecharemos las actividades en las que se sienta motivado para seguir desarrollando la imitación.

Temporalización: 20 minutos

Recursos utilizados:
Reloj con las emociones trabajadas hecho con goma eva.

Puesta en práctica:
En lugar de coger un cuento ya inventado, lo hemos confeccionado nosotros a partir de personajes que le gustan, como Bob esponja. Mediante viñetas en las que se reflejaban las emociones de los personajes, hemos construido nuestro cuento. A continuación, he seleccionado una viñeta para que reconociera las emociones que aparecían en ella y las señalara en el reloj de las emociones. He observado un cambio de interés y motivación al trabajar con el reloj de las emociones, así pues he utilizado este material como elemento reforzador para muchas actividades. Esta actividad ha dado buenos resultados puesto que ya habíamos trabajado el reconocimiento de expresiones faciales. Las emociones básicas (triste, enfadado, contento) ya las ha interiorizado, no obstante, todavía le ha costado reconocer la sorpresa y el miedo (introducido en esta actividad por primera vez).


-          Actividad 5: “¿Cómo me siento hoy?”

Objetivos:
-          Reconocer nuestro propio estado emocional.
-          Manifestar el motivo por el cual se siente así.
-          Reflexionar para encontrar posibles soluciones.
-          Ser consciente de la necesidad de comunicar a los demás por qué se siente así para recibir ayuda.

Contenidos:
-          La conciencia de las propias emociones y ser capaces de expresarlas.
-          La verbalización de mis emociones a los demás.

Descripción de la actividad:
Una vez trabajadas las actividades anteriores que consistían en identificar y reconocer las emociones de los demás, se pasará a trabajar las emociones propias del niño o niña. De modo que se construirá un panel en el que esté la foto del niño o niña y las diferentes expresiones faciales básicas. Así pues deberá poner su foto seguida de su estado emocional en ese momento. Según la expresión que el niño o niña escoja, se le formularán preguntas para llegar a saber el motivo por el cual se siente así. Una vez localizado, si se siente enfadado o triste, se le hará ver que siempre va a poder encontrar una solución si dedica un tiempo a pensar y reflexionar. A partir de este momento, en las siguientes sesiones de los diferentes bloques, se dedicará un tiempo al principio para que el niño o niña identifique y reconozca su estado emocional y exprese el motivo por el cual se siente así.

Temporalización:
Es importante dedicar en cada sesión unos 10-15 minutos.

Recursos utilizados:
Panel con pictogramas con las emociones “contento, enfadado, triste, asustado…” y la foto del niño o niña.

Puesta en práctica:
Cada día se ha dedicado un tiempo de las sesiones a conocer cómo se siente y el motivo por el cual está así. 
Antes de cada sesión, el sujeto ha colocado su foto y al lado el pictograma que contiene el estado emocional que representa cómo se siente cada día. Ha llegado a sentirse de las tres formas posibles. Las veces que ponía el pictograma de contento, se le preguntaba por qué, y su respuesta casi siempre era “No lo sé”. Así pues se ha hecho una lista de las cosas que disfruta haciendo a lo largo del día y que le provocan alegría. En la lista se ha anotado lo siguiente:

-          Ganar en los juegos
-          Marcar goles
-          Ser el ganador
-          Ver dibujos
-          Pasar tiempo con sus padres y abuelos
-          Comer macarrones con tomate
-          Beber gaseosa

Se ha dibujado cada una de las acciones ya que el sujeto todavía no sabe leer y así lo recuerda por medio de la visualización.
Esta lista se ha utilizado en cada sesión empleándola como soporte para que recuerde más fácilmente cosas que le hacen estar contento. Así, cada día si marcaba que estaba contento y no sabía el por qué, se sacaba la lista como elemento reforzador y rápidamente decía por qué motivo estaba así.
En la última sesión ya no ha hecho casi falta tener la lista como soporte, ya que había interiorizado los dibujos y le resultaba más fácil recordarlos.



Conclusiones generales del primer bloque: conciencia emocional

El aspecto más destacable para la efectividad de todas las actividades del primer bloque ha sido el empleo de una prosodia adecuada, la identificación visual de las emociones así como el uso de un lenguaje simplificado.
Se ha percibido una gran diferencia en la comprensión de emociones causadas por el deseo y aquellas causadas por las creencias de los personajes en un contexto determinado.
Por un lado, el sujeto ha sido capaz de comprender la relación causal entre los deseos y la emoción, en cambio no ha entendido la emoción que implica creencias por parte del protagonista acerca de la situación.

Autoestima


-          Actividad 1: “Espejito, espejito”

Objetivos:
-          Conocer y valorar positivamente sus propios rasgos físicos.
-          Valorar positivamente las diferencias físicas de cada persona.
-          Aceptar a las personas tal y cómo son independientemente de sus rasgos físicos.
-          Aceptarse y estar contento con uno mismo.



Contenidos:
-          Reconocimiento de sus rasgos físicos.
-          Valoración positiva de uno mismo.
-          Aceptación de las diferencias físicas entre las personas.

Descripción de la actividad:
Mediante un espejo, se ayuda al sujeto a decir en voz alta cómo se ve en él. Comenzaremos con sus rasgos físicos personales como “Tengo el pelo corto y moreno, los ojos azules...” También dirá el rasgo que más le guste de sí mismo y el que no tanto. Se le pedirá que describa físicamente al terapeuta y, a continuación, se diferenciarán físicamente. Es importante que, tras decir las diferencias físicas, se concluya con un “nos queremos tal y como somos” o “las diferencias nos hacen especiales”. Después, se dibujará en una cartulina y se escribirán las frases alrededor de los dibujos. Finalmente, se colgará en clase o se lo llevará a casa.

Temporalización: 20 minutos

Recursos utilizados:
Espejo, cartulina de un color llamativo y rotuladores.

Puesta en práctica:
Cuando se le ha explicado la actividad, el sujeto parecía haberla entendido hasta que se ha situado frente al espejo y tan sólo se miraba y sonreía. Se le ha dicho que comenzara a decir cómo era y su respuesta ha sido: “No lo sé”. Así que me he situado delante del espejo y me he descrito a mí misma: “Tengo el pelo largo, ondulado y de color marrón, los ojos marrones, la nariz chata, los labios de color rosa y la piel de color marrón clarita.
A continuación, le he pedido que hiciera lo mismo pero mirándose a él. Se ha descrito a sí mismo diciendo: “Tengo el pelo de color marrón”, en este momento se ha parado y no ha continuado con la descripción física, así pues con mi dedo le he ido señalado las partes de su cara que podía describir; los ojos, la boca, la nariz, la piel… Así, poco a poco ha ido describiendo sus principales rasgos físicos.
Después, se le ha preguntado si éramos diferentes y si teníamos algún rasgo en común… Ha respondido que éramos diferentes, él era un chico y yo una chica. Me he señalado el pelo y me ha dicho que yo lo tenía largo y él corto. Hemos seguido nombrando nuestras diferencias físicas y finalmente se le ha hecho reflexionar sobre si era mejor tener el pelo largo o corto, ser rubio o moreno, ser alto o bajo… Él ha negado con la cabeza y ha dicho que no. Se le ha preguntado si tiene amigos con diferente color de pelo, diferente color de ojos, diferente color de piel… Él ha respondido que sí. Y cuando se le ha preguntado si eso le importa ha dicho que no. Después, hemos verbalizado unas frases llamadas “Frases mágicas” que debía hacer el intento de interiorizarlas. Para ello, se han escrito en el papel donde estábamos dibujados. Las frases que hemos verbalizado y escrito han sido las siguientes: (ver anexo 9)

-          Nos queremos tal y como somos.
-          Las diferencias nos hacen únicos y especiales.


-          Actividad 2: “ Señor Pintor”

Objetivos:
-          Aceptarse y estar contento con uno mismo.
-          Tomar conciencia de su singularidad física y aprender a respetar la de los demás.

Contenidos:
-          Reconocimiento de sus propios rasgos físicos.
-          Valoración de las diferencias físicas entre las personas.

Descripción de la actividad:
Una vez se haya tomado conciencia de los propios rasgos físicos, por un lado, se realizará un marco con cartón y cartulinas. Tanto el terapeuta como el niño o niña se dibujarán en él con todos sus rasgos físicos y así se observará si la actividad anterior ha dado buenos resultados y si la apreciación que tiene el niño o niña sobre su propio físico corresponde con la realidad. Puesto que antes ya se ha dibujado, se le explicará que tan solo era un boceto, es decir, que ahora debemos ser más profesionales. En este momento, el niño o la niña pasará a llamarse “Señor pintor o señora pintora”.
Es importante dejar espacio en el borde del marco ya que en eso consta la siguiente actividad que se explica a continuación.

Temporalización: 20 minutos

Recursos utilizados:
Cartón, cartulinas o folios de colores, lápices de colores o rotuladores

Puesta en práctica:
En el momento en que se le ha dicho al sujeto que teníamos que hacer un autorretrato, ha preguntado por el significado de esa palabra, se le ha explicado que consiste en dibujarse a él mismo. Esta actividad le ha motivado mucho ya que sabía que se llevaría a casa el marco donde se iba a dibujar y así enseñársela a sus padres y colgarla en su habitación. A partir de este momento, para reforzarle, se le ha dicho que durante esta actividad pasaría a llamarse “Señor Pintor”. Se ha puesto contento y se reía cuando se le llamaba así e incluso le ponía más interés y atención a la actividad.
El sujeto tan solo ha utilizado un rotulador para dibujar tanto su cara como su cuerpo. Ha escogido el color rojo porque es otro de sus colores favoritos. En la parte inferior del marco, se le ha trazado dos líneas como soporte para que escribiera su nombre dentro de ellas.
Cuando ha acabado de dibujarse se le ha preguntado si le ha gustado el resultado de su obra de arte, a lo que ha respondido que le ha gustado mucho.
Finalmente, cuando ha llegado su madre al centro, le ha mostrado muy contento su obra maestra diciéndole que lo ha hecho el “Señor Pintor”. La madre se ha mostrado muy contenta y le ha dado mucho refuerzo verbal positivo al sujeto.



-          Actividad 3: “¡Cuántas cosas se me dan bien!”

Objetivos:
-          Reconocer los propios gustos y preferencias.
-          Aumentar la conciencia de las características personales.
-          Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus capacidades.

Contenidos:
-          Reconocimiento de sus habilidades y capacidades.
-          Autoconfianza en sí mismo.

Descripción de la actividad:
En el marco donde el sujeto se haya dibujado a sí mismo, se pegarán círculos de colores diferentes en los que debe escribir aquello que se le da bien hacer. Por otro lado, en la parte trasera de la cartulina, pegaremos círculos de un mismo color para escribir lo que todavía no se le da tan bien. Es importante que la frase esté formulada así: “Todavía no se me da tan bien” y no así: “No se me da bien”, ya que en la primera no se le cierran oportunidades, se mantiene la esperanza, mientras que en la segunda se hace referencia al presente sin dejar la posibilidad de cambio en el futuro.
Consiste en escribir en los círculos de diferentes colores aquello que se le da bien hacer al niño o niña como por ejemplo: leer, dibujar, cantar, montar en bicicleta, etc. Si el niño o niña todavía no sabe escribir, la terapeuta lo hará por él. Cuando haya dado varias respuestas se continuará con otra frase: “todavía no se me da tan bien…”. Por cada respuesta se coge un círculo de cartulina azul. Se comentará que cada uno aprende las cosas de una manera y en un momento diferente. Todos los días se aprende algo nuevo, y debe darse cuenta de lo que ya sabe y de lo que todavía puede aprender. Si reconoce pocas cosas que se le dan bien, o las cartulinas azules superan a las del resto de colores, se le animará a buscar sus habilidades y recursos.

Temporalización: 30 minutos.

Recursos utilizados:
Cartulinas de colores, tijeras y pegamento.

Puesta en práctica:
Procurando que no se pierda la motivación con la que ha finalizado la siguiente actividad, enseguida se le ha explicado la siguiente, de modo que al hacer uso del mismo material que en la anterior, le ha hecho ilusión (supone perfeccionar su obra maestra). Se le ha preguntado qué cosas se le da bien hacer. Una vez más, su respuesta ha sido “No lo sé”. Le he formulado la pregunta de otra manera como ¿Qué cosas te gusta mucho hacer? Le he ofrecido ejemplos comunes como: ir en bicicleta, dibujar, cantar...
Es curiosa la lista de sus habilidades:
-          Jugar a los videojuegos
-          Decir los colores
-          Dibujar pasadizos
-          Nadar
-          Imaginar historias
-          Ver los dibujos
-          Aprender

La verbalización de cada habilidad se ha obtenido con ayuda a partir de preguntas cortas y directas. En la parte de atrás del marco, hemos escrito lo que todavía no se le da tan bien y esta vez ha costado más averiguarlo. Se ha aprovechado que en la hora de antes ha estado reunido en grupo y han jugado todos juntos a juegos de mesa como la oca. El sujeto cuando ha perdido se ha enfadado y no ha querido dar la enhorabuena al que ha ganado (norma del grupo de clase), de esta manera, le he hecho recordar si había actuado bien. Así que lo hemos escrito en los redondeles de color azul:
-          Perder
-          Dar la enhorabuena


-          Actividad 4: “La marioneta Roqueta”

Objetivos:
-          Aprender a valorar las cualidades y los recursos de cada uno, así como las limitaciones con realismo.
-          Valorar a las personas por sus actuaciones.
-          Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus capacidades.

Contenidos:
-          Valoración de sus limitaciones y sus capacidades.
-          La autoaceptación y autoconfianza.

Descripción de la actividad:
Para reforzar la autoestima es fundamental contarle un cuento adaptado a cada niño y niña una vez se hayan observado sus carencias a nivel de afecto hacia sí mismo.
Por tanto, esta actividad consiste en la realización de un cuento y su representación mediante viñetas hechas con el paint y su reproducción utilizando el Movie Maker. De esta manera las viñetas se van pasando poco a poco junto con música formando un cuento adaptado a la historia del niño o niña.
La narración del cuento cuenta la historia de una marioneta llamada Roqueta que tenía problemas para comunicarse porque era tartamuda. Este hecho hacía que nadie quisiera hablar con ella porque les provocaba risa. Lo que nadie sabía era que Roqueta tenía muy buena imaginación y se le daba muy bien inventar historias. Así pues, todas las noches cuando nadie la escuchaba, Roqueta comenzaba a inventarse historias. Un día decidió ir al bosque para contar sus historias a la naturaleza, y creó tanta expectación entre los árboles, plantas y animales que el rumor corrió por todo el pueblo. Poco a poco, nadie quería perderse las historias de Roqueta puesto que cada una de ellas hacía feliz a todo aquel que las escuchaba.
Cada viñeta tiene por escrito la narración que le corresponde, pero como el sujeto todavía no sabe leer se le ha leído.
Temporalización: 30 minutos

Recursos utilizados:
Video realizado con el programa Paint y Movie Maker y cartulinas.

Puesta en práctica:
Después de ver y escuchar el cuento, se le han formulado una serie de preguntas para ver si ha prestado atención y ha entendido el objetivo que se intenta transmitir. A continuación, se presentan las preguntas y sus respuestas.
1.       ¿Por qué la gente se reía de Roqueta? - Porque hablaba mal.
2.       ¿Cómo se sentía Roqueta? – Mal. ¿Pero qué emoción sentía? – Triste.
3.       ¿Qué se le da bien hacer a Roqueta? - Las historias ¿Cómo se quedan al escuchar sus historias? – Contentos.
4.       ¿Dónde decide ir para contar sus historias? - A los animales.
5.       ¿Qué emociones provoca cuando todos acuden al bosque a escuchar sus historias?
-Contentos.
Como podemos comprobar sus respuestas son cortas y carecen de información. En alguna de ellas la emoción de sorpresa la confunde con la emoción de alegría.
También se han trabajado las emociones de los personajes que aparecían en el cuento y cómo evolucionaban a lo largo del mismo. Para esto, se construyeron los personajes principales con cartulina para cuando le dijera al sujeto la situación en la que estaba un personaje supiera decir la emoción que sentía en ese momento.
Se ha percibido cierta dificultad en identificar la emoción de sorpresa, pero gracias al soporte de cada personaje que tenía para pegar la boca en forma de “O” (boca de alguien que está sorprendido), le ha resultado más fácil interiorizar esta emoción. Se ha puesto esa “O” tanto a los árboles, plantas y personas que escuchan a Roqueta.

Conclusiones generales del segundo bloque: la autoestima

En este apartado se han obtenido buenos resultados debido a la elaboración de materiales que han suscitado su interés destacando el componente manipulativo y visual de los mismos.
Los mayores resultados se han logrado en el reconocimiento de sus habilidades tras trabajar, por un lado, el cuento de “La marioneta Roqueta” y su identificación con ella, quien pese a tener dificultades para hablar poseía muy buena imaginación al igual que el sujeto. Y por otro lado, tras reflexionar sobre aquello que se le da bien y por plasmarlo en un marco, para mostrar a las personas que le rodean que hay muchas cosas que se le dan bien. No obstante, no ha sido capaz de reconocer aquellas cosas que todavía no se le da tan bien hacer, en este caso la terapeuta habitual del niño ha intervenido recordando los momentos en los que juega con sus compañeros y no sabe perder ni dar la enhorabuena al que gana. No le ha gustado reconocer esos errores, pero finalmente, remarcando la posibilidad de modificar su comportamiento, lo ha aceptado.

Habilidades sociales


-          Actividad 1: “Clasificar acciones”

Objetivos:
-          Identificar por un lado las acciones que perjudican las relaciones sociales y, por otro lado, las que las mejoran.
-          Fomentar la aparición de las buenas acciones y disminuir las malas acciones.
-          Observar las posibles consecuencias de cada una de nuestras acciones.
-          Valorar las acciones buenas cuando las recibimos.

Contenidos:
-          Identificación de las acciones que fomentan la aparición de relaciones sociales y aquellas acciones que las dificultan.
-          Valoración de las acciones buenas de los demás.

Descripción de la actividad:
Esta actividad consiste en clasificar acciones en buenas y malas. Se le mostrará una hoja dividida en dos colores: verde para poner las acciones buenas, y rojo para poner las acciones malas. Las acciones que debe discriminar son: abrazar, jugar, besar, acariciar, despedirse, chillar, pellizcar, arañar, empujar, morder, robar comida a otro niño y escupir. Todas estas acciones están dibujadas y llevan velcro detrás para que se peguen en la parte de la hoja que corresponde según si se deben hacer o no.
Hay dos opciones para realizar la actividad, una es ir mostrando cada acción una por una mezclando las buenas y las malas, y la otra opción es ponerlas mezcladas encima de la mesa y que él vaya cogiéndola y discriminándola según le parezca.

Temporalización: 15 minutos.

Recursos utilizados:
Imágenes con acciones buenas y malas, cartulina verde y roja, tijeras y velcro.

Puesta en práctica:
Para realizar esta actividad, primero se le ha presentado la hoja dividida en dos colores: rojo y verde, arriba de cada color hay dos manos, en la parte verde el pulgar de la mano está hacia arriba mientras que en la parte roja el pulgar de la mano está hacia abajo.
Se le ha preguntado si sabía qué quería decir tener levantado el pulgar y ha dicho que quiere decir hacer algo bien. Y por el contrario, tener el pulgar hacia abajo quiere decir hacer algo mal. A continuación, se le ha explicado que sacaría unas cuantas imágenes y él debía decir si lo que están haciendo los niños y niñas está bien o está mal.
Se han ido combinando las acciones buenas y las malas para intentar despistarlo un poco y ver si presta atención.
Se han encontrado dificultades para reconocer algunas acciones como escupir, pellizcar y despedirse. No obstante, hemos realizado representaciones sabiendo que gracias al uso de éstas, se les facilita la comprensión a los niños y niñas diagnosticados con TEL.
Una vez ha discriminado entre acciones buenas y malas, se le ha preguntado si suele dar abrazos, caricias, besos, si suele jugar con sus amigos... Todas las preguntas se le han formulado por separado y bien estructuradas, pero en la mayoría de ocasiones, ha dicho “No lo sé”. Así que una vez más, hemos pasado a la representación, dándole un abrazo. Se le ha vuelto a preguntar y ha respondido que no le gustan los abrazos. En este momento, se le ha explicado que un abrazo siempre te da mucha energía, y se le ha pedido que se lo diera a su terapeuta habitual y dijera si cuando se lo ha dado, ella se ha puesto triste o contenta. Cuando ha vuelto de darle el abrazo a la terapeuta ha dicho que se ha puesto muy contenta y le ha dado un fuerte beso en la mejilla. La cara del sujeto mientras lo contaba ha sido de emoción con una gran sonrisa. Se le ha dicho que cuando esté en casa y quiera que sus padres o abuelos sonrían, que no dude en darles un abrazo. Respecto a las malas acciones como chillar, pellizcar, arañar… todas ellas las ha englobado con el término pegar. No ha sabido diferenciarlas entre ellas. Una vez más las hemos representado y hemos llegado a la conclusión que todas ellas nos ponen tristes y no hay que hacerlas.
Finalmente, para interiorizar lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, se han verbalizado, primero todas las acciones buenas y después todas las acciones malas teniendo como apoyo visual cada acción dibujada.



-          Actividad 2: “Pautas que nos hacen más felices”

Objetivos:
-          Saber escuchar y comprender a los demás.
-          Desarrollar la intencionalidad.
-          Desarrollar la tolerancia y la empatía.
-          Respetar turnos de palabra.

Contenidos:
-          Desarrollo de la escucha activa.
-          Pedir ayuda y ayudar.
-          La empatía.
-          Desarrollo de las conductas prosociales.

Descripción de la actividad:
Esta actividad consiste en la realización de una serie de pautas para que el niño o la niña las pueda aplicar en sus diferentes contextos de desarrollo. Se trata de detectar aquellas situaciones sociales en las que el niño o la niña no sepa cómo desenvolverse. A continuación, gracias al empleo de la visualización de cada situación, se le dará a conocer indicaciones para potenciar sus habilidades sociales. A estas indicaciones también se les conoce como scripts.
Todas estas pautas deben estar representadas mediante dibujos atractivos para que el sujeto tenga refuerzo visual, muy importante para su comprensión.


Temporalización: 25 minutos                    
Recursos utilizados:
Láminas con indicaciones.

Puesta en práctica:
Las indicaciones o scripts que se han considerado necesarias para trabajar con el sujeto son las siguientes;

-          Cuando juego con mis compañeros: Si pierdo NO me enfado, doy la enhorabuena al que gane y pienso que en la próxima partida puedo ganar yo.
-          Cuando llego a un sitio nuevo: Saludo, me presento, me intereso por los demás y me despido.            
-          Cuando voy a comprar: Saludo, pido lo que necesito, doy las gracias y me despido.
-          Cuando llego a casa, al colegio o a psicotrade: Saludo, hago caso, me porto bien y me despido.
-          Cuando no sé hacer algo: Pido ayuda y doy las gracias.
-          Cuando alguien me está hablando: Escucho e intento comprender y miro a los ojos.
-          Cuando alguien me dice algo que he hecho y le ha molestado: Escucho e intento comprender, miro a los ojos, doy mi opinión y los solucionamos.

En primer lugar, se le ha presentado el material como “Pautas que nos harán más felices”. Él no lo ha comprendido y se le ha explicado que si sigue estas instrucciones tendrá más amigos, no se enfadará tanto y estará muy contento.
Esta actividad se ha llevado a cabo de la siguiente forma; primero, se le han presentado las hojas en las que estaban las situaciones descritas anteriormente con sus respectivas instrucciones (dos situaciones por hoja) y a medida que se le ha ido poniendo en cada situación, se le iba señalando con el dedo el dibujo de cada instrucción.
Hemos comenzado con la situación “Cuando llego a un sitio nuevo”, se le ha dicho al sujeto que recuerde el primer día que vino al centro o cuando llegó por primera vez al colegio. Una vez se le ha puesto en situación, se le ha ido señalando cada instrucción con el dedo para que las descubra por sí solo por medio de sus dibujos. Ha tenido dificultad en “me intereso” puesto que no es una habilidad de socialización primaria como saludar o despedirse, sino que requiere un nivel de socialización superior para que la otra persona interactúe con otra. Además, para comprender la indicación “me intereso”, se necesitan unas habilidades comunicativas básicas tanto a nivel de expresión como de comprensión para formular preguntas y/o contestarlas, y también se requiere atención hacia la persona que te está hablando.
En cuanto a la situación “Cuando voy a comprar” ha ido adivinando las indicaciones por medio de los dibujos excepto en “doy las gracias”. Se le ha explicado que cuando alguien te ofrece algo, le tienes que dar las gracias como símbolo de agradecimiento y así la próxima vez te lo volverá a ofrecer.
Siguiendo con la situación “Cuando llego a casa, al colegio o al centro” también ha sabido a la perfección cada una de las indicaciones puesto que, al menos en el centro, le refuerzan mucho este tipo de conductas. También ha entendido las indicaciones de “Cuando no sé hacer algo” ya que en el centro, le refuerzan mucho el pedir ayuda, puesto que cuando pide algo sin decir “ayuda” se lo recuerdan y lo dice al momento.
Respecto a la situación “Cuando juego con mis compañeros” ha resultado muy difícil que entendiera cada una de las indicaciones ya que el sujeto suele enfadarse mucho cuando pierde en algún juego. Antes de cada sesión, juega con sus compañeros a juegos de mesa y casi siempre acaba enfadado, por eso ha resultado esencial trabajar esta situación y ofrecerle una serie de instrucciones para que en lugar de enfadarse directamente, piense que puede ganar en la siguiente partida. En especial, las indicaciones de esta situación las hemos impreso en grande y las hemos colgado en clase para que se le refuerce visualmente este comportamiento. Para finalizar, en la que peor resultados se han obtenido ha sido en la situación “Cuando alguien me dice algo que he hecho y le ha molestado”, el hecho de dar mi opinión, decir lo que pienso… todavía no lo ha interiorizado. En este momento, la terapeuta me ha dicho que todavía no han llegado a trabajar el “dar la opinión y solucionar las diferencias”.


-          Actividad 3: “¿Cuál escoges?”

Objetivos:
-          Fomentar las buenas interacciones sociales con nuestros iguales.
-          Valorar la ayuda que nos ofrecen los demás.
-          Propiciar el decir cumplidos.
-          Fomentar el valor de compartir y saber escuchar para que te escuchen.

Contenidos:
-          Desarrollo de las relaciones interpersonales.
-          La empatía y conductas prosociales.
-          Pedir ayuda y ayudar.
-          Los valores básicos para fomentar relaciones entre sus iguales.

Descripción de la actividad:
Esta actividad consta de diversas situaciones representadas por medio de viñetas donde en cada situación aparecen diversos personajes quienes expresan diferentes pensamientos. El objetivo de esta actividad es interiorizar los valores de compartir, hacer un cumplido, ayudar y escuchar a los amigos.
Cada uno de estos valores se debe transmitir por medio de situaciones en las que un personaje tiene dos pensamientos ante una misma situación. Cada situación está compuesta por tres viñetas, por ejemplo en una viñeta hay alguien que se ha dejado el almuerzo en casa y está triste y en las otras dos viñetas hay dos pensamientos opuestos; en una el niño que tiene almuerzo piensa que su amigo se ha dejado el almuerzo y que él tiene uno grande y le va a dar medio, y en la otra viñeta el niño que tiene almuerzo piensa que no quiere que le pida compartir su bocadillo porque es suyo.
En la viñeta de hacer un cumplido, hay un niño que lleva una camiseta de superman y al otro niño le gusta mucho, en las otras viñetas, en una el niño opta por decirle a su amigo que le gusta mucho la camiseta, y en la otra no se lo dice por vergüenza. En la de ofrecer ayuda aparece una niña que le pide ayuda a otra, en las otras dos viñetas en una va a ver qué le ocurre pero en la otra prefiere hacer como si no la hubiera escuchado. Por último, para trabajar el valor de escuchar a los amigos, se puede realizar una viñeta en la que una niña quiere contar a su amiga lo que le han regalado sus padres por su cumpleaños. En las otras dos viñetas, en una aparece la amiga y no quiere escucharle porque está leyendo un libro, mientras que en la otra viñeta sí quiere escucharle y decide dejar de leer el libro para escucharle y continuar leyendo después.

Temporalización: 35 minutos.

Recursos utilizados:
Viñetas hechas con el Paint en las que aparezcan personajes que transmitan los valores compartir, escuchar, ayudar y hacer cumplidos.

Puesta en práctica:
De todas las actividades que se han realizado con el sujeto, probablemente esta actividad es en la que peor resultados se han obtenido. Cabe recordar que el sujeto está diagnosticado como TEL mixto expresivo-receptivo con subtipo morfológico-sintáctico puesto que su categoría verbal es muy reducida, tiene dificultad en el uso de nexos oracionales, alteración del orden de las frases… Todo ello afecta al desarrollo de esta actividad puesto que se requieren estados mentales superiores, el hecho de ponerse en el lugar de la otra persona, las habilidades comunicativas y conversacionales y la participación espontánea en situaciones de conversación grupal.
De estas cuatro situaciones, la que transmite el valor de compartir la ha entendido y ha sabido elegir el pensamiento adecuado puesto que en la hora anterior sólo él ha llevado merienda y su compañero le ha pedido una rosquilleta. En un primer momento, él no le ha respondido y con nuestra ayuda mostrándole que tenía mucha hambre, finalmente le ha ofrecido. Así que gracias a una experiencia vivida, ha sabido escoger el pensamiento correspondiente. En cambio, los valores que no ha entendido han sido el de prestar ayuda, escuchar a los amigos y hacer un cumplido. Ni siquiera ha prestado atención y tan solo me decía “No lo sé”.
Así pues, la terapeuta me ha recomendado que este material se debería trabajar con sujetos con TEL en el periodo de 7 a 12 años puesto que aumenta su habilidad para asumir la perspectiva de los demás en intercambios conversacionales.


Conclusiones generales del tercer bloque: habilidades socio-emocionales

Este apartado es en el que mayores dificultades se han obtenido debido a diversos motivos como la falta de toma de perspectiva social, sus dificultades pragmáticas para identificar las emociones de los demás infiriendo del contexto las causas que las provocan y no haber desarrollado teoría de la mente, capacidad que consiste en su habilidad para comprender las intenciones, emociones, creencias… de los demás. Es por ello, que la actividad de las viñetas es en la que peores resultados se han registrado puesto que requiere un alto nivel de cognición y percepción social que el sujeto todavía no ha adquirido.